Son cuestiones de ``dedo'' que con el asunto de la tecnología suceden más de lo que imaginamos. Me pasó hace unos días con los mensajes navideños que me envían los lectores que me conceden su valioso tiempo y los mismos que respondo prontamente. Sin embargo, hubo uno especialmente generoso y sentimental que nunca podré contestar a causa de las modernas metidas de pata.
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Era sólo un cuento de reyes
Los días en que me multiplicaba buscando, escondiendo y después colocando los regalos de Reyes para mis hijas al pie del árbol quedaron atrás, como también quedaron aquellos en que en la madrugada del 6 de enero siempre me pillaba corriendo para dejar a mis niñas la evidencia creíble de que los Reyes Magos existían. Mi tarea entonces era difícil: me las tenía que ingeniar para poner las huellas de las patas de un camello, de un caballo y de un elefante, tal y como en México dicta la tradición sobre el medio de transporte de Melchor, Gaspar y Baltasar, y con esto mostrarles a mis hijas que éstos nos habían visitado donde quiera que viviéramos. Un poquito más grandecitas, siempre piadosas de los animalitos, ellas se ocupaban además de dejarles leche y galletitas para la larga jornada.
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Una Navidad muy caribena
Veo el calendario y sólo falta un día para la Nochebuena y la Navidad. Y no, no espero ningún regalo ni la llegada de nadie en especial, pero sigo pensando en que me encantan estas fechas y los ruidos de las casas el día anterior a los holidays.
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Regale afecto, no lo compre
Ya les conté que en noviembre y diciembre de cada año me convierto en una especie de soldado de las cruzadas medievales en contra de los regalos reciclados y de los que se dan únicamente ``porque hay que cumplir'' y que no me canso de repetir: ``Si un regalo fue malo para usted, por favor no lo de a otro''.
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No recicle regalos ¡por favor!
La época que más me gusta son las fiestas de fin de año. Pero a la vez es la temporada cuando más me preocupo porque con ella llegan todo tipo de regalos. Es la época --que a decir verdad, le tengo terror--, de los famosos ``intercambios'' de regalos que se organizan por todas partes. Y le temo por algo que me pasó hace un par de años.
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¡Nos están adelantando la Navidad!
