21 de mayo de 2010


  Desde Miami

Hace años que Ernesto buscó celosamente una partera para atender el nacimiento de su hija ocurrido en su humilde casa localizada en una población texana fronteriza, ya que siendo campesino indocumentado, no tenía dinero ni seguro médico para poder pagar el costo del parto en un hospital. Lo que nunca imaginó es que con el correr de los años, la niña, legalmente nacida ciudadana estadunidense iba a tener problemas para poder obtener su pasaporte, precisamente por haber nacido de esa forma.

En numerosas ocasiones intentó sacar el documento y la respuesta fue la misma: una demora que se traducía en no obtener el documento porque había nacido ayudada por una partera, sin que le dieran más explicaciones. Se cansó de la burocracia y de estar pagando por el trámite inútilmente cuando el dinero les hacia falta para otras cosas.

Ryan Dooley, jefe de la oficina de pasaportes de Miami, del Departamento de Estado siete años después de que este problema saliera a la luz, hoy está viajando por toda la frontera americana explicando la demanda Castelano que ayudará a miles a quienes no les han dado su pasaporte:

"Se descubrió que un gran número de parteras y comadronas a lo largo de Texas, registraron fraudulentamente actas de nacimiento de personas que no nacieron en los Estados Unidos y que, por lo tanto, no tenían derecho a recibir un pasaporte estadunidense. Después de descubiertos estos casos, el Departamento de Estado a partir del año 2003 pidió a los solicitantes de pasaportes nacidos con ayuda de parteras o comadronas que presentaran documentos adicionales como pruebas de vivienda, de médicos para probar que definitivamente nacieron en los Estados Unidos. Este proceso era confuso, lento y necesitaba mejorarse".

El problema ha radicado en quienes revisan esos documentos y el criterio que utilizaban para aceptar o negar una solicitud de pasaporte.

Pero como dirían en mi pueblo: "no son todos los que están" y al igual que sucedió a la hija de Ernesto lo mismo pasó con Amalia Ramírez Castelano, Sofía Elizabeth López y otras personas, que indignadas por la espera y la negativa, y poseedoras de su verdad finalmente demandaron legalmente al Departamento de Estado en el caso Castelano, llamado así porque tomó el apellido de la primera, y ganaron.

Hoy todos los que hayan solicitado pasaporte estadunidense entre abril de 2003 y agosto de 2009 y que hayan nacido con partera en Texas, que les haya llegado una carta del Departamento de Estado señalando que su solicitud "fue registrada sin más trámite", "abandonada" o "cerrada" o que no se tomó una decisión sobre su solicitud, deberán registrarse como miembros del colectivo de la demanda para que no les cueste volver a hacer el trámite, lo que deberá suceder antes del 31 de diciembre de este año.

Hay un nuevo procedimiento para examinar las solicitudes con un panel de funcionarios adiestrados en casos de nacimientos asistidos por parteras a lo largo de la frontera entre los Estados Unidos y México. Si ellos niegan la solicitud, otro panel examina la totalidad de la solicitud y toma la decisión de aprobarla o negarla.

Lo cierto es que hoy, miles como la hija de Ernesto, por fin, tienen esperanzas de obtener su pasaporte, a fin de cuentas, prueba de su ciudadanía, porque la suya fue una historia real.

"Allá los que cometieron fraude y nos pusieron a sufrir por tantos años, -me dice la joven- al final la justicia tarda, pero llega"